Quitamos la totalidad del césped y plantamos cipreses y frutales para darle altura al jardín y camuflar el vecindario. En el centro, dibujamos el camino. Serpentea entre 54 especies de plantas para formar un recorrido similar a lo que sería pasear por un campo mediterráneo. Jugamos con las alturas y los estratos de vegetación: arbustos perennes, herbáceas, rizomas y cubresuelos. Acabábamos de regresar de un viaje en Córcega donde anduvimos mucho por el desierto de los Agriates en primavera. Los tonos y la sensaciones son las que quisimos trasladar a este jardín. La paleta cromática del jardín es alegre y las floraciones cubren todo el año. En primavera/verano, floraciones plenas rosas y infloresciencias moradas dominan mientras que en invierno son los tonos azules de los arbustos, los frutos de los naranjos y los amarillos de las gramineas que aportan un aspecto más suave al jardín. Nos encanta que cambie tanto entre las temporadas, lo hace más real.